Este documento identifica y analiza una serie de fuentes clave de influencia conductual que contribuyen al establecimiento y la realización de conductas corruptas en las organizaciones. En primer lugar, se analizan los modelos básicos del comportamiento en la toma de decisiones, como el «Sistema Uno y Sistema Dos» del profesor Daniel Kahneman (es decir, el comportamiento dependiente de la intuición y los atajos mentales frente al comportamiento deliberado), y cómo pueden aplicarse en entornos organizativos.
A continuación, identifica algunos modos clave de intuición defectuosa y atajos mentales que tienen más probabilidades de influir en el comportamiento corrupto. Para ello, se basa en los principales resultados de la investigación psicológica y económica y en ejemplos reales de este tipo de comportamiento en procesos judiciales y acciones de aplicación de la ley por soborno y corrupción en el extranjero y en el ámbito nacional, incluidos los casos del Bank of New York Mellon, Hewlett-Packard y Alstom, así como otros casos empresariales como el proceso de sanciones contra BNP Paribas.
Estos modos de influencia incluyen el efecto de exceso de confianza, la reciprocidad, la escasez (sobre todo cuando se ve reforzada por la rivalidad percibida por el bien deseado), la coherencia y el compromiso (especialmente el uso del efecto «pie en la puerta»), la prueba social (incluido el efecto espectador y la ignorancia pluralista) y el sesgo de confirmación. A continuación, examina el concepto del profesor Stephen Pinker de «discurso indirecto extraoficial» como una estructura del discurso que puede contribuir al comportamiento corrupto de los individuos.
También en este caso, el documento se basa en ejemplos concretos de comportamiento relevante en casos de soborno en el extranjero y de empresas, como los casos Louis Berger International y BNP Paribas. Concluye con un análisis de cómo las organizaciones podrían aplicar estas conclusiones para contrarrestar estas formas de influencia del comportamiento corrupto, identificando explícitamente estas formas en los materiales de formación y las conferencias y fomentando un clima de «seguridad organizativa», de modo que los empleados puedan reconocer los comportamientos que influyen en la corrupción y se animen a hablar de ellos.
Jonathan Rusch,
Georgetown University Law Center, Washington DC, USA ruschj@law.georgetown.edu
Fuente Original: This paper was submitted as part of a competitive call for papers on integrity, anti-corruption and trade in the context of the 2016 OECD Integrity Forum